Una reflexión personal
Carta de PACO Molina
Queridos tod@s:
Os pongo enlace de una reflexión en voz alta (escrita) que hace el Catedrático de Filosofía de la Universidad de Cádiz Francisco Vázquez García:
Asimismo añado una reflexión personal:
Como uno de los asistentes a la reunión de la pasada semana me sentí muy orgulloso de poder «representar» a mis compañer@s. También me sentí en cierta zozobra por las miradas de cierta perplejidad que intercambiábamos. Es cierto que quizá el orden del día no era atractivo. Necesitábamos protocolos para cumplir con la «adminisfera». Pero mucho menos atractivo es lo que se nos depara. En muchos casos entendemos que había motivos de peso para no poder asistir.Entiendo todos y cada uno de los casos. Incluso sin motivos explícitos. Pero eso no desmerece el intento de llamaros a todos a la próxima reunión para que podamos tener mayor eco.
Lo que nos está cayendo encima puede desbordarnos, pero nos va a desbordar mucho más si al menos no estamos unidos y si no hacemos un esfuerzo de la forma que sea para que la filosofía tenga su voz. No me da miedo el iluminismo, pero sí la «iluminación». Y me da miedo porque yo mismo he sentido la tentación de pensar que la filosofía se abrirá paso a pesar de todos los pesares. También puede uno pensar que, bueno… puede ser aceptable dar unas horas de Sociales o de Lengua. No es la cosa: la filosofía es una realidad contemporánea (e histórica en el sentido «fuerte») que también necesita su reflejo institucional.
Parece que nuestra estirpe noética puede hacernos pensar que podemos vivir sin reflejo en la realidad concreta: y eso es inviable. Necesitamos de las Instituciones, que -hasta la fecha – nos habían dejado nuestro hueco y espacio. Parece que puede ser pretencioso por nuestra parte el atribuir a nuestra materia la competencia del «sentido crítico», pero esa misión nos viene de fábrica.
Podemos ser funcionarios de carrera, interinos, estudiantes, opositores… pero quisiera rescatar la idea del «filósofo» como «funcionario de la Humanidad». Y eso que nunca nos llamamos a nosotr@s mismos filósofos como sí hacen los demás especialistas.
Las peculiaridades de la historia de la educación española habían dejado un hueco en su currículo a la asignatura. La LOGSE hizo su embestida, que no estuvo ausente de los primeros proyectos de la L.O.E. Pero lo que se viene encima es la aniquilación, la reducción a un contradiscurso de una teología catequética (no ya una teodicea, dios lo quisiera) o una disolución en las ciencias sociales. Y nuestra especialidad es mucho más importante incluso que nosotros. No se puede reducir a ciencias sociales ni a contradiscursos porque precisamente es metadiscurso, y es una forma de pensar que no es productiva en las coordenadas que ahora nos quieren marcar como teleología educativa y existencial.
Nuestras fundaciones culturales son como son, y nuestra educación privada está en manos de quien está. La filosofía supone un esfuerzo preliminar que el ambiente no propicia y que sólo una presencia administrada puede garantizar.
Os pido no, os ruego, penséis en ello y hagamos todos y todas un esfuerzo por ser creativos en esta batalla y por responder a las convocatorias que se lancen.
Sin otro particular, y agradeciendo vuestra atención.
Francisco Molina
Publicado por Faustino Lobato en el antiguo blog